Hoy unimos la gerencia con el Mundial de Fútbol, una gesta deportiva que nos deja varios aprendizajes que bien podemos adaptar a nuestros emprendimientos y mucho más al ámbito digital. De hecho, administrar un equipo de fútbol de alta competencia es un gran reto gerencial que requiere de una gran capacidad y de una visión global que le permita al líder no solo ver un árbol sino ver el bosque completo.
A pocas horas de la final, aún sin conocer cuál será el equipo campeón, tenemos la extraordinaria oportunidad de ver a dos grandes selecciones luchar por la meta final: ser campeones del mundo. Pero entremos en materia sobre esta lección gerencial que nos deja el mundial Rusia 2018. Comencemos por definir la diferencia entre eficiencia contra eficacia.
En la eficiencia se logra alcanzar de la meta, en este caso, la meta es llegar a la final del mundial. Pero la eficacia logra su meta con la menor cantidad de recursos invertidos, administrándolos con suma pulcritud. Obsérvese que el punto clave en esta definición es ahorro o reducción de recursos al mínimo. En la eficiencia nos encontramos con el mismo logro de la meta propuesta, pero con algunas dificultades en el manejo de los recursos.
¿Cómo se unen estos conceptos con lo que está pasando en el Mundial 2018? Pues, muy sencillo la selección de Francia es la eficiente y Croacia es la eficaz. El equipo galo llega a la batalla final con los miembros de su equipo enteros físicamente, sin haber jugado desgastantes prorrogas y con pocas exigencias ante sus rivales de turno. En cambio Croacia llega tras un camino épico, lleno de dificultades, sin duda son los más resilientes del torneo mundial.
Analicemos a Francia en detalle. Los Bleus con su gran estratega Didier Deschamps llegan como un equipo muy bien administrado. De hecho prácticamente sin desgastarse sin necesidad, midiendo cada encuentro de forma súper eficiente, se podría decir que no metieron más goles de los necesarios, ni corrieron más millas que las necesarias. El tope de esa eficiencia fue el encuentro frente a Bélgica, se administraron milimétricamente para ganarles 1-0, que gran manera de aguantar un resultado para lograr la meta de ganar. La evolución de Francia no es nueva, vienen de lograr llegar a la final de la Eurocopa 2016 y ésta viene a ser su tercera final en el mundial, en 1998 ya lograron la máxima meta de ser campeones mundiales. Serán el favorito para ganar la actual final del Mundial 2018, por su juventud, fuerza, valor y estrategia.
En la otra esquina nos encontramos con el equipo de Croacia. Los ajedrezados también lograron la meta pero de forma eficaz. Sin duda, son los héroes de la película. Con un equipo también muy unido y no tan jóvenes como los franceses, pero con un corazón enorme como equipo. Con tres partidos que llegaron a las prórrogas lo que les dio en promedio un partido de más. Tienen la pasión ¿Pero tendrán las piernas? A solo minutos de conocer el resultado final, ambos tienen méritos para estar donde están.
Por Francia grandes gladeadores como Griezmann, Varane Kanté, Lloris y el joven maravilla Mbappé. Por Croacia también grandes gladeadores Subasic, Vida, Mandzukic, Perisic, Rakitic, Brozovic y la súper estrella Modric. Será una batalla fina entre la eficiencia y la eficacia, entre el emprendedor contra una empresa establecida de larga data. La mente y la lógica están con Francia pero el Corazón y la pasión están con Croacia.